La flora de las Islas Canarias
La Palma es la isla geológicamente más joven de Canarias y está cubierta de hasta un 40% de bosque. Se caracteriza por su altitud y abruptas pendientes en una superficie de apenas 708 km cuadrados.
Diversidad biológica en cinco pisos de vegetación
Debido a las grandes diferencias de altitud, ubicación y topografía de la isla de La Palma, existen cinco pisos de vegetación en los que se han establecido diversas formaciones vegetales.
Vegetación costera
En la zona de costa, con clima seco y cálido (de 0 a 300 m) se encuentra el piso formado por plantas suculentas. Se trata de plantas que pueden sobrevivir con muy poca agua. La Tabaiba dulce (un tártago) y el Cardón (Euphorbia canariensis) son las plantas predominantes. El Cardón tiene grandes similitudes con un cactus, a pesar de pertenecer a la familia de las suculentas. Coexisten también algunas variedades de Aeoniums, plantas de hoja gruesa como la Kleinia. Pero a nivel de costa, desde hace unos 130 años se cultiva Musa Cavendish – el plátano de Canarias – un monocultivo que precisa altas temperaturas y fuerte irrigación.
Bosque de laureles
El segundo piso corresponde a los bosques de laurisilva. Pero estos sólo se encuentran en el lado este de La Palma, en la vertiente norte. Es allí donde el aporte de humedad es más intenso gracias a la influencia de los vientos alisios.
Dentro de los profundos barrancos, a partir de los 300 metros de altitud, encontraremos enormes laureles, helechos gigantes y lianas, además de interesantes plantas endémicas. Son bosques muy tupidos y adentrarse en ellos es como penetrar en una jungla tropical. Este tipo de vegetación fue predominante en toda Europa antes de la edad de hielo. Pero las Islas Canarias no sufrieron las fuertes glaciaciones de aquella época y mantuvieron su vegetación original. La laurisilva crece en La Palma, La Gomera y en el norte de Tenerife.
Bosque de Brezos y Fayas, matorral arbolado
El siguiente piso está conformado por el Fayal-Brezal, zonas de bosques muy espesos de matorral arbolado. Estos matorrales en los que predomina la Erica arborea, pueden alcanzar alturas de hasta 5 metros y también precisan de mucha humedad. Los encontramos en alturas de hasta 1200 metros, principalmente en la cara norte.
Bosques de Pinares
Los pinares destacan principalmente entre los 1000 y los 2000 metros de altitud. El pino canario (Pinus canariensis), endémico, resistente al fuego y extremadamente dominante, ha devenido en especie casi exclusiva en algunas partes de La Palma. Su capacidad de adaptación a múltiples ecosistemas le ha conferido una prevalencia absoluta en diversos paisajes de La Palma. En las zonas donde hay pinares, pocas plantas conseguirán desarrollarse. Entre ellas, encontramos algunos brezos en las partes de menor altitud. Las retamas y jaras crecen en las zonas de pinares de mayor altitud.
Piso subalpino
La vegetación subalpina se halla por encima de los 2000 m de altitud. Aquí sólo crecen plantas que han tenido que adaptarse a condiciones climáticas extremas. Por citar alguna de ellas, mencionaremos varias especies de retamas, el tajinaste gigante (Ecchium palmensis) o la violeta de La Palma. La fuerte sequedad, la intensa radiación solar y las duras heladas en los meses de invierno han dado forma a la vegetación. Algunas plantas muestran hojas cortas y apretadas o enroscadas (para reducir la radiación solar y la evaporación). Otras han desarrollado un fino plumón en las hojas para retener la humedad nocturna.
La diversidad de su vegetación, mantenida a lo largo de casi todo el año, es la que a dado a La Palma el sobrenombre de «La Isla Verde«.